Mischko. Un camino hacia la libertad

En el marco de los 200 años de inmigración alemana en Argentina, el 10 de abril de este 2025, presentamos en Holmberg Deutsche Schule Quilmes, la segunda edición del libro
de los 200 años de inmigración alemana en Argentina, el 10 de abril de este 2025, presentamos en Holmberg Deutsche Schule Quilmes, la segunda edición del libro
“Mischko. Un camino hacia la libertad” de Silvia Schuld, exalumna de nuestro colegio, observadora sensible de las trayectorias de sus antepasados.
De los profundos diálogos con su padre surgió el libro Mischko. Un entrañable homenaje a Miguel Schuld, “Mischko”, quien, nacido en Yugoslavia, en un pueblo fundado por alemanes del Danubio, huyó junto a sus amigos, Fritz Stoffle y Michel Peters de su tierra natal, azotada por la ocupación del ejército revolucionario del Mariscal Tito y posteriormente del Ejército Ruso.
„danas Nedeljak pobegam“/“Hoy domingo, me escapo“
Miguel y Silvia fueron los protagonistas de una velada memorable, acompañada por la resonancia de un público que escuchó activamente, y con sumo respeto, cada uno de sus testimonios compartidos.
El impecable prólogo de Nilda Ramos, ex alumna, ex docente y gran referente de nuestra institución, abrió el portal hacia una historia de libertad que se fue enriqueciendo con los testimonios, intercambio con el público asistente y un enorme afecto compartido.
Padre e hija hilvanaron en este encuentro la trama de una historia maravillosa que enseña y conmueve a todas las generaciones. Sus palabras de libertad lograron recrear ese legado que hoy los une en una hermosa familia de hijos y nietos de un inmigrante que demostró una férrea fidelidad hacia la vida.
Miguel tuvo presencia, si por presencia entendemos estar presente, sentir, implicarse, disfrutar el momento, ser consciente de lo que ocurre, valerse junto a otros. Cuando pronunció la frase „danas Nedeljak pobegam“/“Hoy domingo, me escapo“, un silencio sublime vibró en el auditorio, ese tipo de silencio que acomuna a todos sin mediar palabra alguna. Todos fuimos testigos y parte de esa historia.
Y entre anécdotas y cierta dosis de humor para afrontar la realidad, afirmamos que la libertad es un camino que Mischko supo construir con valentía y confianza en un imperioso pulso vital.
200 años de amistad entre Argentina y Alemania
Agradecemos a quienes con tanto respeto y amorosidad acompañaron en este encuentro tan significativo para nuestra comunidad y para la historia de amistad entre Alemania y Argentina. Especialmente extendemos nuestra gratitud a la familia Schuld; a sus amigos; a los entrañables compañeros de Miguel y Silvia; a Nilda Ramos; Comisión Directiva de la Holmberg Deutsche Schule; Centro de Ex Alumnos de la Holmberg Schule; Central para Colegios Alemanes en el Extranjero (ZfA), especialmente al Asesor Pedagógico Sr Tobías Scharlach; Federación de Asociaciones Argentino Germanas (FAAG); Centro de Documentación de la Inmigración de Habla Alemana en Argentina (Centro DIHA); Junta de Archivos Históricos de Quilmes; Instituto Superior de Lenguas Vivas: Juan Ramón Fernández; Club Alemán Jahnheide; Club Alemán de Bernal; Colegios pertenecientes a la AGD ( Comunidad de Trabajo de Asociaciones Escolares Argentino Alemana): Colegio Pestalozzi y Colegio Villa Ballester; St. George’s College; High School; Congregación Evangélica de Quilmes; Movimiento de Derechos Humanos; Turn – und Sportverband; autoridades históricas y actuales del colegio: Directora General Cristina Killian, equipos de conducción, RL, CD, mandos medios y a todos los representantes de las instituciones invitadas.
La presentación de “Mischko. Un camino hacia la libertad”, ha sido el primero de varios eventos que forman parte de nuestra agenda institucional para celebrar los 200 años de inmigracion alemana en la Argentina. En nuestra Holmberg Deutsche Schule Quilmes tenemos previsto varias actividades con el objetivo de celebrar este trascendente bicentenario de amistad entre Argentina y Alemania.
¡Pronto compartiremos este cronograma de eventos!
Palabras de presentación de Nilda Ramos
Muy brevemente quiero hacer mención al valor que hoy los historiadores reconocen en las llamadas “pequeñas historias” ya que la de Mischko es una de ellas. Cabría preguntarse qué es una “pequeña historia”. Inmediatamente se podría responder “un testimonio escasamente conocido y con pocos datos de comprobación científica”; “un relato personal y subjetivo del pasado”; “una mirada que complementa o refuta la ‘Historia grande’ aportando detalles, sentimientos, risas y lágrimas de personas ignoradas por los fríos documentos a los que previamente se recurre”.
El libro que hoy se presenta es todo eso y más. En alguna medida, la voz de Mischko habla por la de muchos otros, por los suabos del Danubio sometidos al yugo comunista; por los llamados “alemanes étnicos” dispersos por el mundo y concebidos como refugiados en la posguerra; por la de los miembros de la comunidad germano parlante que hallaron en nuestro país ihre neue Heimat.
Esta es una pequeña historia encerrada en las páginas de un libro. Es la trascripción de las conversaciones entre padre e hija ocurridas entre 1997 y 1999. Su lectura conmueve al pensar en los tiempos trágicos que inicialmente recorre. Comienza en una época y un espacio en los que sobrevivir y lograr la libertad eran una hazaña que muy pocos podían alcanzar. Se retrotrae a los últimos años de la II Guerra Mundial y nos conduce por circunstanciales caminos hasta el presente.
Silvia, como interlocutora, guía el relato, lo acompaña. Recurre a discretas intervenciones, lleva el hilo de las charlas y pregunta los detalles omitidos. Con respeto y cariño no disimulado, vuelca por escrito esos recuerdos que hasta entonces eran sólo conocidos por sus allegados.
En este punto, si partimos de la definición básica que establece la diferencia entre memoria y recuerdos, decimos que los recuerdos son imágenes del pasado que se archivan en la memoria. Galeano agregaría que son las re-cordis, es decir las imágenes que vuelven a pasar por el corazón.
Es así que Mischko, en sus charlas, recurre fundamentalmente a sus buenos recuerdos mientras, intencionalmente, quedan guardados en la memoria la mayor parte de los hechos que podrían ensombrecerlos.
El que habla no es el señor maduro de 70 años que fuera entrevistado en 1999 ni el de 95 que hoy nos acompaña, es un adolescente descubriendo el mundo que lo recibe más allá de los límites de la colonia suaba de Heufeld.
Recrea sus experiencias convertidas en una aventura personal. Son sus jóvenes ojos, todos sus sentidos, los que se apropiaron de los detalles que hubieran pasado inadvertidos para un adulto. No está ausente el lógico temor que implicaba cada nueva etapa. Sin embargo, en la huida ganó la confianza en superar los obstáculos que le esperaban en los kilómetros por recorrer y, al arribar a nuestro país, ganaron sus “ganas de la gran siete” para “aprender por las suyas” ese idioma que consideraba imposible.
La lectura en más de una ocasión provoca una sonrisa. Él mismo se ríe cuando describe situaciones incómodas o jocosas. Así, y sin la intención de adelantar el contenido del libro, ¡cómo olvidar el relato sobre su descanso apoyado en un montículo de bosta!, o ¡las dos ventas del perro vagabundo!, ¡su asombro frente a esa cosa que llamaban “bananas”!, ¡la vieja “asquerosa” fumando su enorme pipa!, ¡su repulsión al ver gente bañándose en las aguas marrones del Plata! Podría agregar muchísimos otros ejemplos pero creo que cada lector debe experimentar el placer de su descubrimiento.
Son escasas las menciones al rigor impuesto por los invasores soviéticos y los partisanos comunistas así como a las condiciones del sometimiento. Casi no hay comentarios que hablen en profundidad del horror vivido en el campo de concentración y que servirían para engrosar la páginas de la Historia grande. Hay sentimientos intensos plasmados por un joven al que, como dice Borges, le “tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en distintos países […]. Esa división cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras”.
Hoy se presenta la segunda edición de Mischko, una “pequeña historia” que enriquece la Historia de los suabos del Banato y que, gracias al trabajo de Silvia, puede ser conocida y valorada por quienes sigan las líneas de su libro.
Como ha sostenido el reconocido historiador Ronald Fraser, la forma que el entrevistado elige para narrar su historia es tan reveladora como el contenido de la misma. Partiendo de ese concepto, esta obra, lúcida y rica en contenido, es particularmente significativa por su mensaje implícito: es un ejemplo de resiliencia, de esperanza y superación.
Nilda Ramos